Cómo superar un divorcio?

Aceptar un divorcio no es tarea fácil, porque hemos pasado momentos buenos con nuestro excónyuge, existe una gran presión social por estar casados y es un duro golpe para la autoestima de una persona. El torrente emocional no deja indiferente a nadie, y las emociones que pueden surgir en esta situación son tan intensas que podemos llegar a sorprendernos de cómo pueden llegar a tratarse dos personas que se han amado en un proceso de divorcio.

Aunque podemos pensar que la persona que decide acabar con la relación es la que menos sufre, adaptarse a la nueva situación como solteros no es fácil, y es más complicado cuando ha habido, por ejemplo, una infidelidad de por medio.

El proceso de aceptar la ruptura

Y claro, llegados al punto de dejar atrás todo lo vivido, son muchos los recuerdos que golpean nuestra mente una y otra vez. Ciertamente, no es nada fácil aceptar que la situación ha llegado a su final, que la otra persona rehará su vida sin nosotros y todo lo vivido quedará atrás para no volver nunca más.

Pero a veces, esta situación es inevitable, y entonces superar las fases del divorcio de manera correcta es el mejor camino para encontrar de nuevo la estabilidad. Con el tiempo el divorcio se puede superar, pero eso no quiere decir que no exista sufrimiento durante el proceso.

Fases del divorcio: la evolución de las emociones

Hay personas que tienen serias dificultades para superar el divorcio, pues la autoestima baja, las habilidades sociales pobres y otros motivos pueden hacer más complicada la recuperación. En estos casos, la terapia de divorcio es altamente efectiva.

Y es que a nadie le gusta sentirse rechazado, y el dolor de la ruptura de un matrimonio es tan grande que cuesta entrar en razón. En este momento es importante que la persona entienda sus emociones y sea consciente de lo que ha sucedido en su relación matrimonial. Es necesario ser objetivo para obtener una visión más realista de lo que está ocurriendo.

Fase de ira

Una vez que la persona deja de negar lo que está sucediendo, puede sentir una inmensa rabia y una ira intensa que proyecta hacia la otra persona o hacia sí misma. Si en la fase anterior no quería ver lo que estaba sucediendo, ahora la frustración puede apoderarse de la persona por los eventos que han tenido lugar y suele culpar a la otra persona de lo que ha ocurrido.

Fase de negociación

La fase de negociación también puede ser complicada si no se gestiona de manera apropiada, porque la persona intenta entender los motivos de la separación y puede intentar comprender a la expareja.

Fase de aceptación

Con el tiempo, el individuo ya se ha acostumbrado a la pérdida y ha reflexionado sobre lo que fue la relación pasada. Ahora puede mirar de nuevo al futuro con optimismo al aceptar que todo terminó y que lo que no pudo ser no será. Ya no busca estar con la otra persona y se siente bien consigo misma. Está preparada para conocer a gente nueva.