
1-Porque ellas aprenderán a ser valientes, no perfectas.
A la mayoría de niñas se les enseña a evitar el fracaso y el riesgo para centrarse en juegos seguros, en ser perfectas en todo lo que hagan. A los niños, por su parte, se les anima a arriesgar, a ser valientes y poderosos, a no darse nunca por vencidos. ¿Por qué enseñamos a las niñas a ser perfectas y a los niños a ser valientes? Ellas también deben saber dejar el miedo a un lado para enfrentarse a los desafíos de la vida y aprender así de sus errores y aciertos.
2-Porque los estereotipos de género se adquieren desde la infancia
Según una investigación publicada recientemente en la revista Science, las niñas comienzan a sentirse menos inteligentes que los niños a partir de los 6 años. Desde edades tempranas, los estereotipos de género hacen mella en los intereses y aspiraciones de las niñas, quienes empiezan a evitar actividades relativas a los niños que consideran “brillantes”.
3-Porque contribuye a prevenir la violencia y la discriminación
Además de fomentar el liderazgo y la autoestima en las niñas, también es necesario educar a niños y niñas en igualdad de género desde pequeños. A edades muy tempranas (0-12 años) los prejuicios apenas existen, lo que favorece que interioricen un comportamiento cívico basado en la igualdad y el respeto hacia uno mismo y los demás, dejando de lado los roles de género.
4-Porque las niñas de hoy serán las líderes de mañana
Por evidente que suene, conviene recordar que las niñas de hoy serán las mujeres de mañana, esa mitad de la humanidad que incluirá a trabajadoras, madres, empresarias, tutoras, líderes políticas… Como recuerda la ONU, “invertir en su potencial defiende sus derechos ahora y promete un futuro más equitativo y próspero”.
5-Porque el desarrollo sin ellas no es posible
La igualdad de género no es sólo un objetivo de desarrollo en sí mismo, sino un medio imprescindible para lograr todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sólo con hombres y mujeres conviviendo en igualdad será posible solucionar los conflictos políticos, el crecimiento económico, la prevención de las enfermedades,
el cambio climático y, en definitiva, garantizar la sostenibilidad del mundo.
Hay más de 5 razones para empoderar a las niñas, al igual que hay muchas maneras de contribuir, cada persona desde su ámbito y capacidades, a un mundo equitativo y sostenible, lo importante es no quedarse de brazos cruzados. Ya lo dijo la escritora y activista política norteamericana Hellen Keller:
“No soy la única, pero aun así soy alguien. No puedo hacer todo, pero aun así puedo hacer algo. Y justo porque no puedo hacer todo, no renunciaré a hacer lo que sí puedo”.
Desde Ayuda en acción trabajamos cada día por conseguir una igualdad de género real y efectiva. Y tú, ¿sabes todo lo que sí puedes hacer por la igualdad?